Este mensaje es para la nación de Asiria.*

Este mensaje es para la nación de Asiria. Son unos irresponsables. Así dice Dios, tu Señor: ACUSALOS DE IRRESPONSABLES. Estas palabras son fieles y verdadera de parte del Señor. Frases dicha de parte de Dios al profeta: El lunes de Octubre 26, 2012, eran las 4: AM de la mañana me dispuse a abrir mi correo electronico en yahoo, vi a algunos niños que yacían muertos por los combatientes en Asiria, y me sorprendirón aquellas imágenes vista en Yahoo, obseve en la pantalla de mi computadora y escuché inmediatamente la voz de Dios que me dijo: ¡ACUSALOS, DE IRRESPONSABLES! ¡irresponsables! ¿y los niños, tu ustedes no tiene corazón? Son unos insensatos. ¡Siempre la misma Asiria de la antigüedad, crueles y despiadados. Postdata: Hablo en el nombre de Jehová, que es Dios El Todopoderoso. Paz para todas las naciones, que el Señor les bendiga rica y abundantemente, que la gracia del Hijo este sobre ti y tu casa, que el Espíritu Santo de Dios te guíes para todas buenas obras. Escrito por la Profeta, TERESA AQUINO. A continuacion, le voy a mostrar lo que le digo, en la historia o teoría de estos fenómenos. El imperio Asirio: La crueldad sin límites: Uno de los imperios bíblicos por antonomasia, pasará a la Historia como uno de los pueblos que atemorizó y amedrentó a sus enemigos con una brutalidad hasta entonces desconocida. Situado en Asia, en la denominación griega de Mesopotamia, le dio su nombre su capital, Assur, actual Al-Shargat, que fue sustituida por Nínive, hoy Mossul. Su debilitamiento se producirá en el reinado del Assurbanipal, que al enfrentarse a los medas y los babilónicos y sin recuperarse de tantas guerras y sublevaciones, abrirá el camino a la independencia de Babilonia. La presión de los escitas, y la alianza entre los medos y los caldeos, propiciaron la destrucción de Nínive, lugar donde finalmente la dinastía de los reyes se extinguió con Saruco, que murió durante el asedio en el 612 a. C. El imperio llegó incluso a conquistar parte de Egipto y Babilonia. Su mayor poder residía en un ejército, confeccionado a través de levas, formadas principalmente de campesinos y alimentadas de las provincias del imperio. Fue uno de los primeros pueblos en utilizar el hierro como arma, frente al bronce enemigo, que se hacía añicos en un golpe de hierro y con maestría usaban el ariete. Pero su mayor arma fue el miedo aderezado con el terror que no dudaban tanto en alimentar como en ejecutar. Entre las tácticas usadas podemos destacar, entre los ss. IX y VII a. C., la decapitación. En el campo de batalla, a modo de tiro de gracia, los asirios descabezaban a sus adversarios como trofeo, como ostentación de poder. No menos agresivas serán el empalamiento y el desollamiento, principalmente entre los ss. VIII y VII a. C. La acción se ajusta a la necesidad de debilitar psicológicamente al enemigo. Muy unido a la decapitación, se asocia el desmembramiento, introducido por el rey Sargón, para que los espíritus de los difuntos no encontraran nunca el descanso. El arte del dolor y la escenificación del horror creaban un ambiente de terror hacia el suplicio publicitado en la guerra. Hecho curioso y paradójico resulta la masacre, que no fue considerada como crimen hasta el Código de Hammurabi, y que Asiria no escatimó en utilizar a su antojo. No menos crueles será una de las técnicas que más usarán como medida preventiva de nuevas revueltas o altercados. Será la deportación en masa, erradicando a todo un pueblo de su tierra, alejándole de sus muertos, despojándole de sus bienes y sus recuerdos. Se produce así una dispersión que atenta contra la identidad o las características más esenciales de un grupo humano. Se desvanecen así sus creencias, su lengua, sus relaciones sociales,…; se pierde su identidad y por tanto su nexo, se produce el desarraigo. No sólo se formaba así una diáspora, sino que los Asirios procedían, después de la lucha, a eliminar mediante el fuego todo lo que podía ser objeto de recuerdo. Los hombres y mujeres de las poblaciones sometidas serían tratados como esclavos o nuevos súbditos, mientras los soldados se repartían el botín de guerra que igualmente engrosaba las arcas del Estado. La política asiria no se puede entender sin la organización militar y sin la religión. En el monarca confluía el jefe político y el sumo sacerdote además del jefe miliar. El Rey, era el que dirigía la guerra directamente, aunque podía delegar esta responsabilidad en dos mariscales. La facción con mayor empuje en el cuerpo militar asirio era la infantería, ya que la caballería aparecería más tarde. Estaba formada por honderos, escuderos, arqueros y lanceros. Los ingenieros se dedicaban al diseño y fabricación de artilugios para la guerra. Rampas y arietes, desvíos del cauce de los ríos, carros de combate… todos los ingenios se ponían al servicio de la guerra. Curioso es el hecho de que incluso sin saber nadar se ayudaban de pieles hinchadas a modo de flotador o se guiaban de los caballos, que sí nadaban, para atravesar los ríos sin temor. Culturalmente las semejanzas con Babilonia son obvias en bastantes aspectos. El hecho de que Asiria, en principio y antes de llegar a entidad imperial fuera dependiente de Babilonia, refuerza estos lazos. La literatura, la vida social y familiar, el matrimonio, la propiedad, entre otras no difieren sustancialmente de sus vecinos. Legislativamente, su parecido con Sumeria y Babilonia no se desvanece. Sin embargo, en relación a las penas o castigos, los asirios fueron mucho más brutales. En cuanto al arte, la herencia sumeria es evidente La religión también está llena de estas influencias tanto sumerias como babilónicas. El dios Assur, sustituyó a Marduk, dios babilónico. Era el principal dios del panteón asirio. Mientras su significado es benévolo, sus actuaciones no estaban relacionadas con dicha benignidad, más al contrario, ya que es el acompañante de los asirios en todas sus batallas, en las torturas, y en los castigos de la guerra. Las creencias se viven con miedo, con temor, frente a la esperanza de otras religiones de la zona como la egipcia. La muerte desataba las tinieblas eternas, por lo que era temida. Creían en genios y demonios cuyo papel en el mundo era ser benefactores o no de los hombres. La segunda divinidad en importancia y acompañante de Assur era Isthar, la diosa del amor, cuyas sacerdotisas practicaban la prostitución como forma de adoración. Los héroes y semidioses hacen su presencia también en el panteón divino asirio. Procedentes de la religión sumeria, eran venerados dependiendo de sus proezas. Eran el punto de referencia de los soldados en el campo de batalla. La adivinación y la magia jugaron un papel preponderante en la religión asiria. La adivinación se desarrolló de una manera llamativa. Una de las maneras más singulares fue la hepatoscopia, es decir, los vaticinios a través del estudio del hígado animal, aunque también presagiaban los acontecimientos futuros a través de los sueños, o el vuelo de las aves. El sacrificio de los animales y la adivinación del futuro a través de su hígado, era un método de observación minucioso sobre sus características o anomalías, por el cual se podía acceder a informaciones futuribles. Todas estas técnicas dieron lugar a un gran desarrollo de la magia que llegó a formar parte de las instituciones asirias. Aunque Asiria ya era un ente imperial, no será hasta el reinado de Teglatfalasar III (745-727 a. C) cuando se transforme en un imperio mundial. Las revueltas durante el reinado de Salmanasar y la posterior guerra civil, dio lugar a un pueblo nuevo, más fuerte, que con Teglatfalasar alcanzará aún más poder, haciendo que los nobles mermaran su supremacía en favor real. Creó un ejército permanente a través de soldados extranjeros que logró librarse de la presión de los arameos, de los urarteos de Siria y de Palestina. En el 722 a. C. accedió al poder uno de los monarcas más conocidos Sargón II, continuando la política expansionista de Teglatfalasar. La gran extensión del imperio, desde la frontera de Egipto a los montes Zagros, y desde Taurus al golfo de Persia, le llevó a dividirlo en 70 provincias, a la cabeza de cada una se encontraba un gobernador dependiente directo del rey. Logró crear una sociedad unida bajo una religión, cultura y lengua, que sus sucesores no supieron continuar, por su obsesión por conquistar Egipto y subyugar a Babilonia. Tal fue el caso del sucesor de Senaquerib, heredero de Sargón, Asaradón, que llegó a invadir Menfis, capital de Egipto. Peor la obsesión por Egipto no quedó en Asaradón sino que Assurbanipal (627 a. C.) llegó hasta Tebas e Irán. En cuanto a las referencias bíblicas acerca de los asirios no son vanas, y menos aún de su capital Nínive, ciudad que representa la depravación, el pecado. Solamente un hombre, Jonás, logará la conversión de la capital de los asirios. Enviado por Dios para predicar en Nínive el ayuno y la penitencia para expiar los pecados de dicho pueblo, Jonás evade dicha responsabilidad y se dirigirá a Tarsis, en dirección contraria. Yahvé desatará una tormenta; los tripulantes del barco sospecharán que de la ira de Dios el culpable es Jonás. Los marineros lo tiran al mar donde es tragado por una ballena y por orden de Dios, pasará en sus entrañas tres días orando y meditando sobre su comportamiento. Una vez pasados los tres días, Yahvé ordenó a la ballena que escupiera a Jonás que retomará sus pasos hacia Nínive. Llegado a la capital asiria, Jonás predica la destrucción en 40 días de la ciudad pero el rey ordena el ayuno de toda la población. Este sacrificio hará que Dios perdone a la ciudad, y no la destruya, lo que suscita en Jonás un gran disgusto, al no cumplirse la promesa divina. Jonás no ve más que un Dios justiciero, frente a la compasión derrochada por Yahvé. No comprenderá el porqué no ha castigado a los ninivitas. Finalmente, si es cierto que el pueblo asirio ha pasado a la historia por su crueldad, no es menos cierto, que sus contemporáneos no eran tampoco almas compasivas con el enemigo. Si lo comparamos con la actualidad, no diferimos mucho de los estragos que los asirios hicieron, aunque cambie el escenario o que las armas, por así decirlo, sean más “limpias” y no dejen señales de un río teñido de sangre, como se dice que los asirios hacían lavando sus espadas después de la lucha. Aunque no podemos olvidar, como no hace mucho tiempo pasó en la batalla de Verdún o de Somme, y precisamente no fueron los Asirios los combatientes, dejando un escenario bien dantesco. Quizás nos creemos diferentes, pero en la guerra no hemos dejado de ser menos crueles. Son acusados de genocidios, encontra de sus propias gentes estos son: Los Niños, hombres, mujeres, ancianos. significado de cometer delitos de genocidio: Crimen cometido contra un grupo social por razones étnicas, políticas o religiosas. El término genocidio se creó en 1944 para calificar la empresa de exterminio de judíos y gitanos llevada a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los nazis. Se empleó para designar las masacres cometidas por Turquía contra los armenios en 1915 y, más allá, para caracterizar el exterminio sistemático de las poblaciones autóctonas amerindias por parte de conquistadores europeos. Se aplica asimismo a masacres más recientes, entre ellas la de camboyanos a manos de los khmers rojos (en la década de 1970) y la de los tutsi por los hutu en Ruanda. Profeta, TERESA AQUINO encontra del mal, y a favor del bien. Paz..

Profeta, TERESA AQUINO encontra del mal, y a favor del bien. Paz..