Friday, November 23, 2012

Divina revelación.*

Las tres Divinas personas. Divina revelación: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo - Romanos 8:31 alega. Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? ¿Enseña 1 Pedro 3:21 que el bautismo es necesario para la salvación? Respuesta: Como con cualquier verso o pasaje aislado, discernimos lo que enseña, primeramente filtrándolo a través de lo que ya conocemos que enseña el resto de la Biblia sobre el tema a tratar. En el caso del bautismo y la salvación, la Biblia es clara en que la salvación es por gracia, a través de la fe en Jesucristo, no por obras de ninguna clase, incluyendo el bautismo (Efesios 2:8-9). Por tanto, cualquier interpretación que llegue a la conclusión de que el bautismo, o cualquier otra acción, es necesaria para la salvación, es una interpretación falsa. Para más información, favor de leer nuestra página web sobre ¿Es la salvación por fe solamente, o por fe más obras? Aquellos que creen que el bautismo es requisito para la salvación, son prontos para señalar 1 Pedro 3:21 como “prueba textual,” porque dice, “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva” ¿Realmente estaba diciendo Pedro que el acto de ser bautizado es lo que nos salva? Si así lo hiciera, estaría contradiciendo muchos otros pasajes de la Escritura, que claramente muestran a gente siendo salvada (como se evidenció al haber recibido el Espíritu Santo) antes de ser bautizados, o sin haber sido bautizados del todo (como el ladrón en la cruz en Lucas 23:39-43). Un buen ejemplo de alguien que fue salvo antes de ser bautizado es Cornelio y su casa en Hechos 10. Sabemos que ellos fueron salvos antes de ser bautizados, porque ya habían recibido el Espíritu Santo como evidencia de su salvación (Romanos 8:9; Efesios 1:13; 1 Juan 3:24). La evidencia de su salvación fue la razón por la que Pedro les permitió que fueran bautizados. Incontables pasajes de la Escritura enseñan claramente que la salvación se efectúa cuando uno cree en el Evangelio, momento en el cual él o ella es sellado “En él (Cristo) también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.” (Efesios 1:13). Aunque afortunadamente, no tenemos que adivinar lo que Pedro quería decir en este verso, porque él lo aclara para nosotros con la frase “no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios.” Aunque Pedro está conectando el bautismo con la salvación, no es el acto de ser bautizado al que se está refiriendo (no quitando las inmundicias de la carne). El ser sumergido en el agua, no hace nada mas que limpiar la suciedad. A lo que Pedro se está refiriendo es a lo que representa el bautismo, que es lo que nos salva (una aspiración de buena conciencia hacia Dios, a través de la resurrección de Jesucristo.) En otras palabras, Pedro simplemente está conectando el bautismo con la fe. La parte de mojarse no es lo que salva; más bien es “la aspiración de una buena conciencia hacia Dios,” lo cual es representado por el bautismo, lo que nos salva. La aspiración hacia Dios siempre viene primero. Primero viene el creer y arrepentirse, luego el bautismo para identificarse públicamente con Cristo. Una excelente explicación de este pasaje, es expuesta por el Dr. Kenneth Wuest, autor de Word Studies in the Greek New Testament. “Es claro que lo que está en la mente del apóstol es el bautismo en agua, no el bautismo por el Espíritu Santo, porque él habla de las aguas del diluvio que salvaron o guardaron a los que estaban dentro del arca, y en este verso, del bautismo que salva a los creyentes. Pero él dice que los salva solo como contraparte. Es decir, el bautismo en agua es la contraparte de la realidad de la salvación. Solo puede salvar como contraparte, no en realidad en sí mismo. Los sacrificios en el Antiguo Testamento, fueron contrapartes de la realidad, el Señor Jesucristo. Éstos realmente no salvaron al creyente, solo simbólicamente. No hay discusión aquí de que estos sacrificios son análogos al bautismo en agua cristiano. El autor simplemente está usándolos como una ilustración del uso de la palabra ‘contraparte.’ “Así que el bautismo en agua solo salva al creyente simbólicamente. El judío del Antiguo Testamento era salvado antes de llevar la ofrenda. Esa ofrenda era solo un testimonio externo de que él estaba poniendo su fe en el Cordero de Dios, del cual este sacrificio era un símbolo…… El bautismo en agua es el testimonio externo de la fe interior del creyente. La persona es salva en el momento en que pone su fe en el Señor Jesús. El bautismo en agua es el testimonio visible de su fe y la salvación que le fue dada en respuesta a esa fe. Pedro es cuidadoso de informar a sus lectores que él no está enseñando la regeneración bautismal, esto es, que una persona que se somete al bautismo es regenerada, porque él dice, “no quitando las inmundicias de la carne.” El bautismo, explica Pedro, no lava la suciedad de la carne, ya sea en sentido literal, como un baño para el cuerpo, o en sentido metafórico como una limpieza del alma. Ninguna ceremonia afecta realmente la conciencia. Sino que él define a lo que se refiere por salvación, en las palabras “la aspiración de una buena conciencia hacia Dios,” y explica cómo esto es realizado, es decir, “por la resurrección de Jesucristo,” en la que el creyente pecador es identificado con Él en esa resurrección.” Parte de la confusión con este pasaje, viene del hecho que, en muchas maneras, el propósito del bautismo como una declaración pública de la fe de uno en Cristo y la identificación con Él, ha sido reemplazada por “tomar una decisión por Cristo” o “diciendo la oración del pecador.” El bautismo ha sido relegado a algo que es hecho posteriormente. Sin embargo para Pedro, o cualquier otro cristiano del primer siglo, la idea de que una persona confesara a Cristo como su Salvador y no fuera bautizada tan pronto como fuera posible, habría sido inaudita. Por tanto, no es sorprendente que Pedro hubiera visto el bautismo tan estrechamente conectado con la salvación. Sin embargo, Pedro aclara en este verso, que no es el ritual en sí mismo lo que salva, sino el hecho de que estamos unidos con Cristo en Su resurrección a través e la fe, “la aspiración de una buena conciencia hacia Dios, por la resurrección de Jesucristo.” (1 Pedro 3:21). Por tanto, el bautismo que Pedro dice que nos salva, es aquel que es precedido por la fe en el sacrificio propiciatorio de Cristo, que justifica al pecador impío (Romanos 3:25-26; 4:5). El bautismo es la señal exterior de lo que Dios ha hecho “por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” (Tito 3:5). Acabo de poner mi fe en Jesús... ¿y ahora qué? Pregunta: "Acabo de poner mi fe en Jesús... ¿y ahora qué?" Respuesta: ¡Felicitaciones! ¡Ha hecho una decisión de cambio de vida! Cuando tenga preguntas en su trayecto, podemos ofrecerle las siguientes herramientas para seguir adelante: 1. Asegúrese de entender la salvación. 1 Juan 5:13 nos dice, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. Dios quiere que entendamos la salvación. Dios quiere que tengamos la confianza de saber con seguridad que somos salvos. Vayamos brevemente a los puntos clave de la salvación: (a) Todos hemos pecado. Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios (Romanos 3:23). (b) Merecemos ser castigados con la separación eterna de Dios, a causa de nuestro pecado (Romanos 6:23). (c) Jesús murió en la cruz para pagar la penalidad por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21). (d) Dios otorga perdón y salvación a todos aquellos que ponen su fe en Jesús – confiando en Su muerte, como pago por nuestros pecados (Juan 3:16; Romanos 5:1; Romanos 8:1). ¡Ese es el mensaje de salvación! Si ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, ¡usted es salvo! Todos sus pecados son perdonados, y Dios promete nunca dejarlo o desampararlo (Romanos 8:38-39; Mateo 28:20). Recuerde, su salvación está segura en Jesucristo (Juan 10:28-29). ¡Si usted confía solo en Jesús como su Salvador, puede tener la confianza de que va a pasar la eternidad con Dios en el cielo! 2. Encuentre una buena iglesia que enseñe la Biblia. No piense en la iglesia como un edificio. La iglesia es la gente. Es muy importante que los creyentes en Jesucristo tengan compañerismo unos con otros. Ese es uno de los propósitos principales de la iglesia. Ahora que usted ha puesto su fe en Jesucristo, le animamos firmemente a encontrar por su sector, una iglesia creyente en la Biblia. Hable con el pastor. Hágale saber acerca de su nueva fe en Jesucristo. Un segundo propósito de la iglesia, es enseñar la Biblia. Usted puede aprender cómo aplicar las enseñanzas de Dios en su vida. Entender la Biblia es la clave para vivir una vida Cristiana exitosa y poderosa. 2 Timoteo 3:16-17 dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Un tercer propósito de la iglesia es la adoración. ¡La adoración es dar gracias a Dios por todo lo que Él ha hecho! Dios nos ha salvado. Dios nos ama. Dios es nuestro proveedor. Dios nos guía y nos dirige. ¿Cómo no agradecerle? Dios es santo, justo, cariñoso, misericordioso, y lleno de gracia. Apocalipsis 4:11 declara, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”. 3. Aparte cada día un tiempo para enfocarse en Dios. Es muy importante para nosotros cada día, pasar tiempo enfocándonos en Dios. Algunas personas denominan a este, un “tiempo a solas.” Otros lo llaman “tiempo de devoción,” porque este es un tiempo cuando nos dedicamos a Dios. Algunos prefieren apartar tiempo en las mañanas, mientras otros prefieren el atardecer. No importa cómo denomine a este tiempo o cuándo lo haga. Lo que importa es que usted pase regularmente tiempo con Dios. ¿Qué eventos preparan nuestro tiempo con Dios? (a) Oración.- La oración sencillamente es hablar con Dios. Hablar con Dios acerca de sus preocupaciones y problemas. Pedir a Dios que le de sabiduría y guía. Pedir a Dios que provea sus necesidades. Decirle a Dios cuánto lo ama y cuánto aprecia todo lo que hace por usted. De eso se trata la oración. (b) Lectura bíblica.- Además de recibir enseñanza Bíblica en la iglesia, en la Escuela Dominical, y/o en los estudios bíblicos – es necesario que lea la Biblia por usted mismo. La Biblia contiene todo lo que usted necesita conocer a fin de vivir una vida Cristiana exitosa. La Biblia contiene la guía de Dios para tomar decisiones sabias, cómo conocer la voluntad de Dios, cómo ministrar a otros, y cómo crecer espiritualmente. La Biblia esencialmente es el manual de enseñanza de Dios para saber cómo vivir nuestra vida de una manera para agradarle al Señor y sentirnos satisfechos. 4. Desarrollar relaciones con gente que puede ayudarnos espiritualmente. 1 Corintios 15:33 nos dice, “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” La Biblia está llena de advertencias acerca de la influencia que la gente “mala” puede tener sobre nosotros. Pasar tiempo con aquellos que se ocupan de actividades pecaminosas, va a causar que seamos tentados por aquellas actividades. El carácter de aquellos que nos rodean va a “pegarse” en nosotros. Por esa razón es tan importante rodearnos de otra gente que ama al Señor y está comprometida con El. Trate de encontrar un amigo o dos, tal vez de su iglesia, alguien quien pueda ayudarlo y animarlo (Hebreos 3:13; 10:24). Pida a sus amigos que lo mantengan responsable con respecto a su tiempo a solas, sus actividades, y su caminar con Dios. Pregúnteles si usted puede hacer lo mismo por ellos. Esto no significa que tiene que abandonar a todos sus amigos que no conocen al Señor Jesús como su Salvador. Siga siendo su amigo y ámelos. Simplemente permítales conocer que Jesús ha cambiado su vida, y que no puede hacer todas las mismas cosas que solía hacer. Pídale a Dios que le de oportunidades para compartir de Jesús con sus amigos. 5. Bautizarse. Mucha gente malentiende el bautismo. La palabra “bautizar” significa sumergir en agua. El bautismo es la manera bíblica de proclamar públicamente su nueva fe en Cristo y su compromiso de seguirle. La acción de ser sumergido en agua ilustra el ser enterrado con Cristo. La acción de salir del agua ilustra la resurrección de Cristo. Bautizarse es identificarse con la muerte, entierro y resurrección de Jesús (Romanos 6:3-4). El bautismo no es lo que le salva. El bautismo no le quita sus pecados. El bautismo simplemente es un paso de obediencia, una proclamación pública de su fe solo en Cristo para salvación. El bautismo es importante porque es un paso de obediencia – declarar públicamente la fe en Cristo y su compromiso con El. Si usted está listo para ser bautizado, debe hablar con un pastor. Hoy se cumple esta profecía La divina gracia de Dios. Mantener tu fe, Justicia y Templanza. Profecías: Yo soy la profeta: TERESA AQUINO.

No comments:

Post a Comment